lunes, 24 de septiembre de 2012

martes, 13 de marzo de 2012

La circuncisión previene el cáncer de próstata

Los hombres que se han sometido a una operación de circuncisión antes de su primera relación sexual reducen en un 15 por ciento el riesgo de sufrir cáncer de próstata, según ha revelado un estudio del Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson (EEUU).


Los investigadores, que publican sus resultados en la revista Cancer, llegaron a estas conclusiones tras analizar el historial de más de 3.000 hombres. Además, observaron que el riesgo se reducía tanto para los tumores menos peligrosos como para los más agresivos. "Debe haber un proceso infeccioso-inflamatorio que influya en el riesgo de desarrollar cáncer de próstata", ha indicado Jonathan Wright, autor del trabajo.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya recomienda la circuncisión como medida preventiva para reducir el riesgo de infección por VIH, y otros estudios han observado que también se minimizan las posibilidades de transmitir otras enfermedades como el virus del papiloma humano y algunos tipos de herpes. Esto es debido a que, al quedar expuesta, la piel del glande se fortalece y es menos sensible a las pequeñas lesiones que pueden producirse durante el acto sexual y son vía de entrada a infecciones. En el caso del cáncer de próstata, la base del proceso podría ser la misma. "Los datos sugieren un mecanismo biológicamente posible por el cual la circuncisión reduce el riesgo de desarrollar cáncer de próstata. De todas formas es necesario hacer más investigaciones al respecto"

domingo, 11 de marzo de 2012

Un gen anticáncer que aumenta la longevidad y combate la obesidad

Científicos del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) han descubierto en ratones que uno de los principales genes que protegen contra el cáncer tiene además otros dos efectos positivos en el organismo: aumenta la longevidad y combate la obesidad. El resultado, producto de cinco años de investigación, se publica en la última edición de la prestigiosa revista Cell Metabolism.

Los investigadores, liderados por Manuel Serrano, han podido demostrar también que un compuesto sintético generado igualmente en el CNIO produce en los animales los mismos efectos anti-obesidad que el gen estudiado. El hallazgo apoya una hipótesis que cobra cada vez más fuerza entre los investigadores del área: que el cáncer y el envejecimiento, y ahora también la obesidad, son manifestaciones distintas de un mismo fenómeno, más global, que se produce a medida que el organismo acumula en sus tejidos daños que los mecanismos naturales de reparación no logran arreglar. Entre estos mecanismos naturales de reparación destacan muy especialmente unos pocos genes identificados en un principio por su potente efecto protector contra el cáncer.

Para averiguar si el gen llamado Pten, uno de los cuatro más poderosos genes anticáncer, podía relacionarse con mayor esperanza de vida, los investigadores crearon ratones transgénicos con niveles de la proteína Pten que son el doble de lo habitual. Como se esperaba, estos animales se mostraron mucho más resistentes al cáncer que sus compañeros no transgénicos. Pero además, vivieron un 12% más de media. Este efecto es independiente de la resistencia al cáncer. No se trata de que los ratones mueran de cáncer pero más tarde, sino que aquéllos que nunca desarrollan cáncer, además, viven más tiempo y con menos síntomas asociados al envejecimiento. Como escriben los investigadores, “Pten tiene un impacto directo sobre la duración de la vida”.

Lo que no esperaban encontrar, y supuso un hallazgo sorprendente. es que los ratones con doble dosis de Pten fueran significativamente más delgados -un 28% de media-, y eso a pesar de que comen más. También tienen más sensibilidad a la hormona insulina, lo que implica menor riesgo de desarrollar diabetes, y su hígado tolera mucho mejor de lo habitual una dieta rica en grasas. Serrano y su grupo hallaron la explicación a estas diferencias en la llamada grasa parda, un tipo de tejido graso que, paradójicamente, favorece que el organismo queme la energía almacenada en los "michelines". Según han podido comprobar los científicos españoles, Pten activa la grasa parda, lo que explica la delgadez de los ratones con copias extra de este gen. Es un fenómeno que han logrado reproducir incluso con células de grasa parda cultivadas in vitro.

En el CNIO ya disponen de un compuesto sintético, CNIO-PI3Ki con el mismo efecto que Pten a nivel molecular, que abre la posibilidad de q imaginar a largo plazo “una pastilla que refuerce nuestros supresores tumorales, o una pastilla que nos haga quemar nutrientes en exceso”.

La calvicie prematura y los problemas de próstata están relacionados

Científicos españoles y británicos han confirmado que existe una clara relación entre padecer alopecia prematura, también conocida como alopecia androgénica o calvicie común, y un crecimiento no maligno en el tamaño de la próstata que aparece en los hombres a partir de cierta edad llamado hiperplasia benigna prostática (HBP). Ambos trastornos parecen estar vinculados a un exceso de la hormona Dihidrotestosterona (DHT).

Según explican los autores en un artículo publicado en la revista The Journal of the American Academy of Dermatology, la alopecia androgénica es la más frecuente de las calvicies, y se da mucho más en los hombres que en las mujeres. Tiene un componente hereditario y evoluciona progresivamente sin tratamiento. Por su parte, la hiperplasia benigna también es la enfermedad de la próstata más frecuente, y provoca un crecimiento anormal y desordenado de las glándulas que están en contacto directo con la uretra. Esto da lugar a la formación de un tumor benigno que obstruye la salida de la orina, causando síndrome miccional o necesidad de orinar muchas veces. Y según han podido comprobar recabando datos de pacientes que sufrían alopecia prematura, esta tendencia de la próstata a crecer es mucho mayor cuando a los varones se les cae el pelo, concluyen los expertos.

Azúcar y tensión causan 50% de las enfermedades renales

Con 28 años, Miuler Contreras ya acude a un centro de diálisis para que una máquina realice lo que su organismo ya no puede: purificar la sangre de las toxinas. Hace un año, una subida de tensión le generó la paralización de los riñones y se sumó a la lista de los 12 mil venezolanos con enfermedad renal crónica.

Hoy se celebra el Día Mundial del Riñón y las autoridades enfocan la campaña de este año a divulgar la importancia de este órgano, cuyos principales enemigos son la diabetes y la hipertensión.

“El 50% de la enfermedad renal crónica en nuestro país es causada por diabetes o por hipertensión arterial, que son trastornos que podrían controlarse para disminuir el número de pacientes que requieren diálisis”, dijo Raúl Carlini, coordinador nacional del Programa de Salud Renal del Ministerio de Salud.

Los dos riñones con los que cuenta el ser humano cumplen la función de filtrar las impurezas de la sangre y devolver las sustancias que requiere el cuerpo.

“Siempre se me subía la tensión, pero no le presté mucha atención. Había oído hablar de diabetes, pero creí que eran procedimientos para personas mayores”, se lamentó Contreras.
La diabetes impide que el cuerpo use glucosa (azúcar) en la debida forma y el azúcar no utilizada daña las nefronas. Entre tanto, la tensión arterial alta puede lesionar los pequeños vasos sanguíneos de los riñones y éstos no podrán filtrar las sustancias venenosas de la sangre.

Manuel Domínguez, presidente de la Sociedad Venezolana de Nefrología, precisó que un 10% de la población sufre de enfermedad renal crónica.

El trasplante se presenta como el tratamiento necesario para buena parte de quienes padecen de insuficiencia renal.

Beatriz Rosales, coordinadora de diálisis y pretrasplante del Hospital Universitario de Maracaibo (HUM), indicó que a los donantes se les realiza una evaluación según el protocolo internacional establecido. “No se lleva a nadie a pabellón sin la certeza de que esté sano y luego deben seguir recomendaciones en dieta y control médico”, expuso.

“Recomiendo que tomen más agua, eviten el alcohol, coman saludable y visiten al médico. No puedo regresar el tiempo, pero sí ayudar a los demás evitar perder la función renal”

sábado, 3 de marzo de 2012

Dormir poco, mal o a deshoras nos predispone a enfermar

Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale han descubierto que el éxito del sistema inmune del organismo cuando tiene que luchar contra una enfermedad depende de su ciclo circadiano de 24 horas, es decir, del reloj biológico. Y que, por lo tanto, a ciertas horas del día somos más vulnerables al ataque de los virus y las bacterias.

“La gente sabe intuitivamente que, cuando alteran sus patrones del sueño, por ejemplo porque se despiertan a media noche o porque se acuestan muy tarde, están más predispuestos a enfermar” asegura Erol Fikring, epidemiólogo y coautor del estudio que publica la revista Inmunity.

En sus experimentos revelaron que, en ratones, el reloj circadiano controla el nivel de actividad de un gen del sistema inmune que responde a la presencia de virus y bacterias. Cuando más se expresa este gen (TLR-9), mejor se enfrenta al organismo a las infecciones. Y si se administra una vacuna en el momento de máxima actividad de TLR9, la inmunización también resulta mucho más efectiva.

Según Fikrig, de los resultados se deduce que interrumpir nuestro horario normal, y por tanto alterar el ritmo circadiano, por ejemplo pasando una noche en blanco, nos hace más vulnerables a la invasión de virus y bacterias. Y que el jet lag, que se produce cuando viajamos a través de varias franjas horarias, también nos predispone a contraer gripes, resfriados y otras infecciones.

Por otra parte, analizar cuáles son los “picos” de actividad del gen a lo largo del día (y la noche) en diferentes individuos podría dar lugar a estrategias terapéuticas diseñadas para optimizar la respuesta inmune y proteger a los pacientes en el momento en que son más vulnerables. De momento, se sabe que entre las 02:00 y las 06:00 de la madrugada las infecciones son más graves y el riesgo de mortalidad resulta mayor, sobre todo en unidades de cuidados intensivos (UCis) en hospitales. Evitando la luz artificial para respetar el sueño de los enfermos en estas unidades, y eliminando el ruido a ciertas horas, podrían evitarse muchas complicaciones, concluye Fikring.

Comer pescado aumenta el volumen del cerebro

Las dietas pobres en ácidos omega-3, habitualmente presentes en el pescado, provocan una disminución del cerebro que equivale a aproximadamente dos años de envejecimiento estructural del mismo. Estos son los resultados de un trabajo publicado en la revista Neurology, que aporta como novedad a otros estudios la inclusión de imágenes cerebrales tomadas por resonancia magnética.

Los investigadores, de la Universidad de California (EEUU), midieron los niveles sanguíneos de los ácidos de la serie omega-3 DHA (ácido docosahexaenoico) y EPA (ácido eicosapentanoico), así como el índice de masa corporal y algunos factores de riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas como el alzheimer. Además, los participantes en el estudio fueron sometidos a diversas pruebas cognitivas y se les realizó un escáner cerebral por resonancia magnética.
Los resultados mostraron que las personas con niveles bajos de DHA tenían menor volumen cerebral que aquellas con altas cantidades del ácido. Además, estas últimas obtenían mejores puntuaciones en los test de memoria visual, pensamiento abstracto y capacidad de resolución de problemas.
Aunque existen otros estudios que muestran las ventajas de una dieta rica en pescado, la mayoría se basan en encuestas sobre hábitos alimenticios y no aportan las mediciones directas que sí se encuentran en este trabajo.